Diez años de la creación del EMSHU.

La naturalización de un servicio eficiente en manos del municipio.

En estos días se cumplieron los primeros 10 años de la creación del Ente Municipal de Salubridad e Higiene (EMSHU), cabal demostración de que el Estado puede ser eficiente.
Fue durante la gestión de Francisco Torroba, acompañado por funcionarios/as que tenían claro el accionar que se debe desarrollar en materia de salubridad e higiene que se concretó la creación de esta empresa. Para ello hubo una minuciosa planificación, tomando experiencias de otras ciudades y no hubo improvisación.
Pablo Fernández cuando presidía la CPE había ofrecido prestar el servicio de barrido y recolección, al entonces intendente Oscar Mario Jorge. Con este antecedente, el intendente Torroba le ofreció a la CPE el servicio de barrido, que no requería inversión, reservando para la municipalidad la recolección. Ofrecimiento que fue rechazado por la cooperativa.
Al igual que el gobernador, el bloque de concejales del Partido Justicialista se opuso a la municipalización del servicio con la creación del ente autárquico.
El EMSHU ha demostrado ser un éxito. Comenzaba en Octubre de 2010.
Hay que destacar además que el Banco de La Pampa no dió el financiamiento. Fueron el Banco Patagonia y el Crediccop los que lo ofrecieron, adjudicándose finalmente a éste último. En tiempo récord el mecanismo estuvo tan aceitado que la comunidad no estuvo un solo día sin el servicio, sino que la transición fue de manera automática: al día siguiente de retirarse la empresa Clear, comenzó la tarea el municipio.
La municipalidad alquiló la base operativa, se compraron equipos nuevos y se le alquilaron a Clear otros, hasta tanto se concretaba la entrega del equipamiento nuevo. Se garantizó la continuidad a los empleados y ninguno perdió el trabajo.
Mucho se tuvo que luchar ante esta oposición y para conseguir el financiamiento, pero quedó demostrado que desde el Estado se puede ser eficiente, realizando tareas con altos estándares y personal capacitado.
Se cumplía entonces la promesa de Torroba: la continuidad laboral de los empleados, que el servicio fuera más económico para los vecinos y que el dinero quedara en Santa Rosa y no se transfiriera fuera de la provincia.
Recordamos la figura del desaparecido José Luis Vendramini, quien como parte del equipo contribuyó a la idea y organización. Su capacidad y entusiasmo acompañó al entonces intendente y los demás funcionarios en esta tarea.
Marcos Cuelle, diputado provincial y ex concejal santarroseño, lo describe de manera inequívoca. “La decisión política de municipalizar el servicio, automáticamente significaba una reducción de los costos del 21% en conceptos del impuesto al valor agregado. Lo que en definitiva se trasladaba a los frentistas, ahora era un ahorro.
Pero además se contaba con un enorme know how en sus trabajadores, que mantuvieron la fuente laboral, dado que conocían perfectamente que es lo que había que hacer y como había que hacerlo.
Más allá de los palos en la rueda que le iban metiendo a la gestión municipal los diferentes actores externos a la gestión, se generó una sinergia que consolidó una forma unívoca de concebir al Estado Municipal, no solo por quienes tuvieron la responsabilidad de empujar el carro, sino por el enorme reconocimiento de las y los vecinos de la ciudad.
Los entretelones estuvieron cargados de tensiones, discusiones, negociaciones, y una enorme preocupación, ya que la creación en soledad del EMSHU era nuestra punta de lanza para demostrar que había otra forma de gestionar”.
Luis Evangelista, Secretario de Hacienda de aquélla gestión lo definió como “la demostración de que el funcionamiento de un ente público, prestador de servicios a la comunidad, con un manejo de empresa privada es posible y exitoso cuando los que conducen políticamente tienen los objetivos claros”.
Transcurrieron 10 años de la creación del EMSHU, situación no menor pese a que para muchos pasó desapercibido. Nació en silencio y continúa así porque la gente se acostumbró a su eficiencia.