Bandera de una ciudadanía que no quiere acostumbrarse a la impunidad.
Hoy se cumple un año desde la desaparición de Loan Danilo Peña, el niño de cinco años que fue visto por última vez en la localidad de 9 de Julio, provincia de Corrientes, el 13 de junio de 2024. A pesar del paso del tiempo, la causa continúa sin resolverse, y el caso se ha transformado en un símbolo de la desesperación, la frustración social y la lucha por verdad y justicia en Argentina.
Un día que marcó a un país
Loan desapareció tras un almuerzo familiar en la casa de su abuela, en el paraje rural El Algarrobal. Según las primeras versiones, el niño salió a caminar con otros menores y algunos adultos hacia una zona de monte cercana, buscando naranjas silvestres. Desde entonces, nada volvió a saberse con certeza sobre su paradero.
Las primeras horas fueron cruciales, pero la reacción tardía y descoordinada de las fuerzas de seguridad —según denunciaron familiares— sembró dudas desde el inicio. El operativo de búsqueda incluyó drones, perros rastreadores, caballos y helicópteros, pero las pistas se desvanecían tan rápido como surgían.
De búsqueda desesperada a posible red criminal
Durante semanas, la hipótesis dominante fue la de un accidente: que el niño se había perdido en el monte. Pero con el correr del tiempo, surgieron contradicciones en los testimonios, indicios de encubrimiento y movimientos sospechosos por parte de algunos adultos que acompañaban a Loan. La Justicia comenzó entonces a barajar otras hipótesis: desde un posible secuestro hasta la implicación de una red de trata de personas.
La investigación ha atravesado varios cambios de fiscales y jueces, polémicas en torno a filtraciones y presiones políticas, y un creciente clamor social que exigía respuestas. Diversos operativos y rastrillajes en provincias vecinas, así como pedidos de colaboración internacional, no arrojaron resultados contundentes.
Silencio oficial, ruido social
En estos doce meses, la causa ha tenido momentos de alta exposición mediática y otros de silencio absoluto. En paralelo, la comunidad de 9 de Julio —y el país en general— no ha dejado de movilizarse. Marchas, vigilias, campañas en redes sociales y murales mantienen viva la memoria de Loan. La frase “¿Dónde está Loan?” se volvió bandera de una ciudadanía que no quiere acostumbrarse a la impunidad.
Los padres del niño, Ramón Peña y Fabiana Morales, han reclamado en más de una ocasión el esclarecimiento del caso, criticando la falta de avances y denunciando destrato institucional. "Lo único que queremos es saber la verdad. Que nos digan dónde está nuestro hijo", declaró su madre recientemente, entre lágrimas, en una entrevista televisiva.
Un aniversario cargado de dolor y reclamo
Este 13 de junio, se realizaron actos y movilizaciones en Corrientes, Buenos Aires y otras ciudades del país. En 9 de Julio, familiares, vecinos y activistas encendieron velas, colgaron pancartas y marcharon en silencio desde la casa de la abuela de Loan hasta la plaza central. El mensaje fue claro: no se olvidan, no perdonan y no se rinden.
El caso de Loan sigue siendo una herida abierta en la sociedad argentina. Un año después, la falta de certezas duele tanto como el día uno. Y mientras la justicia no hable, seguirá siendo el pueblo el que levante la voz.