EDUARDO SACHERI

El barco mas liviano de retorno a la plenitud

 

Descubrir la obra de Eduardo Sacheri es un retorno obligatorio y placentero a la infancia, a las costumbres de barrio de la Argentina de los 60 o 70. Es sumergirse en el calor del verano de cualquier pueblo chico del interior, aplacado con helados que se vendían en un carrito en la calle, o una refrescante gaseosa saboreada en la barra de los primeros “drugstore” que comenzaban a aparecer como la modernidad importada del primer mundo.
Leer a Sacheri es remontar barriletes, corre descalzos, besar por primera vez, saltar charcos y chapotear en la lujuria de la adolescencia de antes, donde la adrenalina del primer beso a la luz de la luna no conocía adelantos tecnológicos ni desnudos por internet sin sorpresa alguna.
Pero además, conocer la obra de Sacheri es paladear el horror de la Argentina represora, brutal y violenta, y quedarse con el olor nauseabundo de los muertos inocentes, las mujeres golpeadas y asesinadas, la bestialidad develada en el secreto de esos ojos.
Sacheri es, sobre todas las cosas, fútbol. Seas hombre, mujer, rico, humilde, de la Capital o del interior, es transpirar desde la tribuna bajo un sol implacable en cualquier cancha, monumental o potrero, a la par de los ídolos de la mayor pasión argenta. Sacheri gambetea la pelota página tras página. Sea lo que sea que nos quiera contar. Aún el dolor de las estafas “acorraladas” de tiempos que se nos plasman presentes en noches de volar una usina eléctrica.


Entre sus maravillosas obras La pregunta de sus ojos (2005), Aráoz y la verdad (2008), Papeles en el viento (2011), Ser feliz era esto (2014) y La noche de la usina (2016), son sólo algunas de ellas.


Sus libros, al decir del autor, son medios de "reparación de ciertas angustias y dolores, de enderezamiento" ante las tragedias de la vida. "Estamos vivos y nos vamos a morir, y todo lo que amamos se va a morir también. En la vida hay tristeza y melancolía. Pero hay momentos en los que te sentís bien, en plenitud", gracias al disfrute de acciones cotidianas y junto a los seres queridos.

Y ser feliz también es esto. Descubrir a Eduardo Sacheri.