"Aquí, gracias a dios, uno no cree en lo que oye"

Crónica de un recital y la gran actuación de la Divina TV Führer

Por Sofía Abalos (asistente al recital del Indio, opinóloga con conocimiento de causa)

"Cuidate mucho eh", me dijo mi vieja el viernes 11 de marzo, a minutos de partir a lo que sería para mí y para cientos de miles de personas, otra noche inolvidable.

Partí rumbo a Olavarría, con toda la emoción, con esos nervios y esa sensación inexplicable de saber que en horas nada más íba a estar coreando Etiqueta Negra a punto de quedarme sin voz.

Ya en Olavarría, mucha gente. Mucha gente. Comenzó a caer el sol y con él las señales de que ya debíamos emprender el camino hacia la misa. LA MISA. Porque no tengo que explicar por qué es una misa, por qué parece una procesión de fieles seguidores, por qué? Porque no sirve de nada que yo se los explique, porque tienen que vivirlo, sentirlo, respirar ese aire. Antes de hablar, tienen que estar ahí.

Caminamos varias cuadras, las calles colmadas de gente, de banderas, remeras con el logo de Patricio Rey, otras con la cara del Indio estampada, cantitos, "vamos ... no lo pienses más; andate a tocar a la luna, la luna la vamo' a copar", ya se palpitaba lo que todo el mundo pensaba sería una gran fiesta.

Ingresando al predio (sólo ingresando, cuadras antes no) había carteles de señalización: "Puerta 1 a 6", mi entrada decía "Puerta 6". Entro, una valla, alguien de la organización me corta la entrada, camino unos metros más, una mujer supongo de la seguridad me "palpa" el torso y caderas de manera muy rápida. Sigo caminando y ya me voy ubicando junto a un compañero y una compañera de viaje a unos 60 metros del escenario.

Estoy feliz, observo todo, comparo con la escenografía del año pasado en Tandil, miro que hay muchas más torres de sonido e iluminación, puedo presentir también que hay mucha más gente que el año pasado. Mucha más gente. Respiro ese aire. Repito, estoy feliz.

 

El recital

Pasaron unas pocas horas de espera y alrededor de las 22 horas se apagan las luces y puedo escuchar los acordes de Barba Azul. Sí, Barba Azul Vs. El amor letal! Ese mismo tema que el año pasado el Indio no pudo terminar por la viveza de un pseudo-fan que le tiró con una zapatilla y lo hizo calentar. El Indio siguió cantando y por "Ropa Sucia" tuvo que interrumpir el show: "Son 7 tipos que están rompiendo las pelotas, los borrachitos que se vayan para atrás", dijo ya molesto al ver que adelante, en el medio, había gente empujando. Pidió que prendan las luces: "Hay gente en el piso, a ver, la gente de Defensa Civil, la gente de seguridad, que los saque". Esperó unos minutos y siguió cantando. Cerca de las 23, cuando ya había transcurrido una hora del show, entre cortes y empujones, decide hacer una pausa de 20 minutos para poder sacar a la gente que había en el piso. Claro, él tenía una vista privilegiada, sólo él y sus músicos estaban viendo lo que realmente pasaba, nosotros no nos habíamos percatado de la tan nombrada avalancha que luego los medios mediatizaron aún más.

Pero bueno, the show must go on decía Queen, y así fue. Tocó "Esa estrella era mi lujo", siguió explotando con "Todo preso es político" y aprovechó la ocasión para recordarnos que hay mas de 300 nietos que las Abuelas de Plaza de Mayo siguen buscando: "Los que tengan alrededor de 40 años de edad y tengan dudas sobre su identidad, acérquense a ellas", dijo el Indio. Momento que también utilizó para sentar su postura en contra a la medida que ha planteado el Gobierno Nacional de bajar la edad de imputabilidad, concluyendo que "El Estado no puede ser penal antes que social", momento en que todxs, si, yo creo que todxs, aplaudimos y estuvimos de acuerdo con que "Los muchachos no nacen malos", como dijo Solari.

El Indio siguió cantando, vino "Nuestro amo juega al esclavo", y no podíamos hacer nada más que saltar al ritmo de "Ooohhh oooohh" tarareando la introducción del tema. Saltábamos, y sabíamos que se acercaba el final de lo que, para mí, había sido una noche mágica, increíble, inexplicable. Porque eso pasa, no podemos explicar lo que se siente estar ahí, con más de 300.000 almas saltando y cantando un tema. ¿Que no lo idolatremos? ¿Y cómo hacemos? Porque si hay pasión y lo sentís así, no hay chance de caretearla eh. Díganme, por ejemplo, los fanáticos de Messi, ¿cómo hacen? Cuando les dicen "le faltan los huevos del Diego, no le llega ni a los talones",  "lo único que le importa es cuidarse las piernitas, porque valen millones", díganme, cómo hacen para explicar que ante cualquier crítica está tu pasión, esa pasión que te transmite tu ídolo, el instante, la situación, la gente, ¿cómo hacés para explicarlo?. No podés, tenés que estar ahí, tenés que tenerlo en frente, tenés que sentirlo.

Palpitaba "Ji Ji Ji", palpitaba el pogo más grande del mundo, y se vino no más. Y volví a lo mismo, me estallaba el corazón de felicidad, quería llorar, estaba ahí a 50 metros, lo estaba viendo y escuchando, la primer canción que escuché de pibita y cuando lo único que sabía decir era "no lo soñeee-e-ee-e". Ahora no daba más de felicidad. Saltos, pogo, saltos, agite de brazos y luego el enganche final con "Mi perro dinamita" para que terminemos todxs bailando, riendo, disfutando.

Así terminaba el show, explotando en aplausos y en gritos de "Vamos Indiooo!", "Vamo' lo Redooo'!!", y así comenzábamos a caminar para salir del predio.

Ahí yo comienzo a ver las fallas, ahí me doy cuenta que todas las salidas estaban colapsadas, que no había una sola persona de la organización ni de la seguridad que nos dijese por dónde salir, cómo salir. La salida era tierra de nadie. Y entendamos esto por favor, no éramos 20.000, eramos más de 300.000.

Dábamos vueltas y no había forma de salir, la gente empujaba, terminamos saliendo por el lateral derecho del predio, subiendo unas lomas de pasto y barro que conducían a unas vías, para poder descongenstionar las calles que rodeaban el predio, donde se había hecho una especie de "embudo" de gente, y no avanzaba nadie. La gente de Olavarría subida arriba de los techos y de los árboles indicándonos para dónde teníamos que salir. La gente desesperada porque a muchos los estaban esperando los micros y combis en los que habían ido, y corrían riesgo que los dejen, como les pasó a muchos.

Tres horas y media tardamos entre que salimos del predio y llegamos a la traffic en la que habíamos viajado. Ahí comienza a correrse el rumor de que había habido muertes en el recital. Llego a mandarle mensaje de texto a mi hermano y mi vieja: "Hermano estoy bien", "Má, estoy bien". Mi celular, ya sin batería, se apaga. Me duermo, emprendo viaje hacia Santa Rosa.

Al llegar a mi casa, cargo el teléfono y comienzan a llover decenas y decenas de mensajes por todos los medios. "Sofi estás bien?", "Sofi respondé", "Sofi", "Sofi". Afortunadamente hace 9 años que no miro televisión ni tampoco tengo TV, por lo tanto no tenía a mi alcance ningún noticiero ni nada por el estilo. Prendo la compu, busco noticieros online (no sabía ni cómo buscarlos") y ups! aparece TN Online. Bueno, dije, a ver qué dicen. "TRAGEDIA EN EL RECITAL DEL INDIO SOLARI, MASACRE, DOS MUERTOS, UNA PESADILLA, AVALANCHA MORTAL, DESAPARECIDOS, HERIDOS, NO DESCARTAN QUE HAYA MAS MUERTOS", etc. Ahí entendí, y comencé a responder mensajes del estilo "Gracias por preocuparte, estoy bien, ya estoy en casa". Apagué el morbiciero, sabía que lo único que estaban buscando los medios era más muertos, más sangre, más venta. La Divina TV Führer en su máxima expresión.

 

Los medios masivos de comunicación, el amarillismo de siempre

Clarín titulando "La historia del Colo, el otro Bulacio que murió en torno al show del Indio Solari". Claro, el mismo apellido que Walter, qué mejor y más creativo que un titular así, no? Pero cuando hace unos años Ismael Sosa "murió" (y va entre comillas porque es menos riesgoso decir "murió" que lo mataron) en torno a un recital de La Renga, el diario Clarín tituló "Muerte de un seguidor de La Renga: la autopsia dice que no hay evidencias de golpes". Y mirá que se sospechaba bastante que en la muerte de Ismael había estado involucrada la policía eh, ese pibe sí que fue "otro Bulacio". Sin embargo, lo mismo de siempre, morbo para vender, amarillismo para destacarse, despistar y ocultar lo que realmente pasa.

Ahora bien, me han preguntado quiénes son, para mi, los responsables. Y lo cierto es que fui una espectadora más y que obviamente no soy dueña de la verdad pero que sí sé en primer lugar que Olavarría NO estaba preparada para recibir más de 300.000 personas, que la ciudad colapsó desde todo punto de vista; sus calles, su gente, sus espacios verdes, el predio, la salida, el regreso, la vuelta a casa y, claramente el show. Pienso que la producción es reponsable por la ausencia de organización a la salida, por la falta de control en el ingreso (pedir entradas, cortarlas, controlar entradas "truchas"), si no se puede evitar el exceso de gente, al menos controlarlo. 

Y después estamos quienes asistimos al recital, quienes empujan, golpean, se pasan de todo y pisan cabezas sin importarle si quiera su propia vida. Y nuestra inconciencia, que muchas veces nos acompaña. No sabemos cuidarnos, no nos interesa el otro. Siento que no aprendimos nada, que no aprendimos de los 194 pibes y pibas de Cromañon, ni de Miguel el fan de La Renga, ni de nada ni de nadie. Puede fallar la organización, puede ser un caos controlar más de 300.000 personas pero reconozcamos cuando nos comportamos como animales salvajes. Individualismo puro, inconciencia de llevar ante tanta masividad a chiquitos de 5 años, chicas con embarazos de 7 meses, a los que tampoco cuidamos.

Estos muertos y heridos lamentablemente son reales, y claro está que trasnformaron una gran fiesta del rock nacional, mítica, mágica, en una tragedia. Tragedia que fue replicada por los medios masivos de comunicación con una "opereta" amarillista en la que me pregunto por qué no le dieron la misma repercusión el quíntuple homicidio de San martín de hace un mes, a los femicidios diarios, a los 7 muertos en la carcel de Pergamino,etc. Claro, esta tragedia definitivamente vende más. Pero dejando de lado esta jugarreta mediática, replanteémosnos, cómo funcionamos como sociedad. Porque es fácil sentarse a opinar detras de un teclado, decir que los que van a ver al Indio son todos unos drogadictos, acusar al Indio de pelado ladri y mercenario, pero no miramos más alla de eso, nos cuesta hacernos cargo de que no hasta acá, no entendimos nada.

A más de dos días del recital, la prensa sigue buscando muertos y lo único que publican son los rastrillajes y pericias para que todo el morbo que vendieron, valga la pena.

Siempre me llamó la atención el comienzo del tema del Indio,"Todos a los botes" , que dice "Vamos, y no se empujen ni pisoteen, que este temblor ya va a parar, no tengan miedo!", y luego leía que nos había pedido que nos cuidáramos, y el sábado a la noche, cuando paraba el recital, se me vino todo eso a la cabeza.

Yo lo disfruté a más no poder. Para mí, desde el principio hasta el final, fue una noche increíble, verdaderamente fue una fiesta, en la que lloré, en la que reí, en la que no empujé al pedo, en la que si lo hice pedí disculpas, en la que disfruté, en la que me cuidé y traté de cuidar al de al lado, me emocioné y aún cuando me vienen a criticar al Indio, al recital y a contar toda la historia que les muestra la TV, yo les digo "cada día veo menos, cada día veo menos, creo, menos mal". Yo les digo que estuve ahí, que no consumo fábulas, que apaguen la tele, que no me vengan con sermones baratos los opinólogos de siempre porque les repito a aquellos, que aman el arte de opinar sin saber, que yo estuve ahí, nadie me lo contó y "aquí, gracias a dios, uno no cree en lo que oye".